Y tenía razón.
Desde que me volví un friki del copywriting en 2015, devoré libros, formaciones y todo lo que encontré en mi camino… no he vuelto a tener problemas.
Porque si dominas el copywriting, es que sabes vender. Si sabes vender, nunca te faltará trabajo u ocupación. Si nunca te falta trabajo u ocupación, nunca pasarás penurias económicas. Dixit.
La venta fue necesaria hace 2.000 años, hace 1.000, hace 100, lo es ahora y lo será dentro de 100, 1.000 o 2.000 en el Metaverso, en la Luna o en Marte. Da igual.
¿Todo el mundo se hará rico con esto? Ni de coña, pero la riqueza es muy subjetiva.
Para mí es no decir que “no” a lo que quieres y que cuando te quieren hacer un regalo respondas “si yo tengo de todo”. Eso es riqueza, no tener coches, yates, barcos y este tipo de cosas. Si quieres eso, allá tú, pero cuanto menos necesites más feliz serás.
Y, además, para mí riqueza es disfrutar de mi trabajo casi tanto como de mi vida personal. De las 4.000 semanas de vida que tienes vas a pasar unas 1.400 trabajando, mejor que las disfrutes y no vivas un funeral adelantado.
Ah, además hay otra cosa que me gusta del copywriting que la diferencia de (casi) todas las profesiones “online” que tenemos hoy en día…